CD SYSTEMS

Corría mediados del ya lejano 1995, cuando un amigo de aquella época, de nombre Oscar, me llamó para hablarme de un proyecto que estaba a semanas de iniciar. Nos vimos como era nuestra costumbre a tomar un café en un Vips, sólo que no recuerdo cual, para detallarme en que consistía el trabajo.

“Venderemos computadoras y los consumibles, también las repararemos y daremos servicios como limpieza de equipos –me dijo muy animado-, y veras que nos ira bien. Ya tengo la oficina, es por donde vivo, en la calle de Miravalle. Eres de los pocos que entraran ahorita, te invito porque te tengo confianza.” Después me dijo quienes más trabajarían con nosotros y me comentó para cuando más o menos funcionaría la oficina. La idea me animó en gran medida porque sería con mis amigos con lo que trabajaría y, sin duda alguna, sería sumamente divertido y padre hacerlo. Minutos después llegaron como en cascada todos los que nos juntábamos en esos años.

Pasaron las semanas y parecía que nada sucedería. Pero una tarde de un sábado me confirmó que para el próximo lunes me quería ver en Miravalle 926 interior 2 a las nueve de la mañana para iniciar labores. Yo le había comentado algo a mi mamá y esa noche le platique que el lunes siguiente entraba con Oscar.
“Piénsalo bien –me dijo-, van a ser ventas y tu nunca has vendido”.
Después de darle mis argumentos a mi madre de por qué había decidido trabajar con él, comencé a platicarle del futuro promisorio que nos esperaba, aun estando en plena crisis. Mi mamá sólo me escuchó y me dijo que esperaba que me fuera bien, sabía que había tomado una decisión y nada la cambiaria.

El siguiente lunes estaba puntual, a las 9, para comenzar a trabajar. La oficina era un departamento que estaba en un primer piso, contaba de dos recamaras (los privados, uno era de Oscar), lo primero que veíamos abriendo la puerta era la recepción; del lado izquierdo estaba una puerta por donde entrábamos a la cocina. Del lado derecho estaba el baño y dos privados. Detrás de la recepcionista había una falsa pared y una puerta que era donde entrábamos a donde estaban los escritorios y unas ventanas, que no recuerdo bien a donde veían.

Cuando llegue estaba Alejandra, quien trabaja de secretaria, Ricardo, Víctor, Benjamin (a ellos ya lo conocía), Andrés y un joven que no recuerdo su nombre y que vivía por Contreras. Aun y cuando nos conocíamos, no era lo mismo trabajar, así que todos estábamos allí sin saber que hacer y platicando de cosas un tanto triviales, así que la primera hora fue perdida. Después Oscar nos llamó a un privado y con un pizarrón de plástico y con marcadores nos hizo lo que él entendía como organigrama, que más bien era un autentico galimatías. Administración controlaba entrada y salida de equipos (en realidad su mamá era la que los iba a comprar a la calle de Puebla, en la colonia Condesa), pero a su vez almacén, que no se de donde salía, lo controlaba. Cosas así fueron su explicación. ¡Pero que más daba si esa junta fue divertidísima! Total que terminó siendo como de 2 horas y Oscar pagó los refrescos.

Había puesto un anuncio en segunda mano, que le salía gratis, donde ofrecía las computadoras, que tenían desde Windows 3.1 hasta la sensación: Windows 95 y Corel Draw, pero la memoria era minima así como el disco duro (no recuerdo bien de cuanto era cada uno), pero lo que hacia era aumentar su capacidad (desconozco como lo hacía) pero la realidad era que el equipo no funcionaba bien con esos programas tan pesados y la capacidad tan básica. Si no mal recuerdo las vendía en 1500 o 1200, él las conseguía a la mitad más o menos. Los meses pasaron y la emoción inicial se fue transformando para todos en decepción. La realidad era que no vendíamos nada, si, muchos hablaban para saber las características y el precio, pero después no volvíamos a saber nada de ellos. Aunado a ello nadie, salvo Oscar y Andrés, sabían de computación, nuestro aprendizaje fue lento y todos, menos Alejandra, estábamos a comisión.

El primero en salirse fue el joven de Contreras, después Víctor porque ya se iba a casar, después Andrés y Benjamín, solo quedamos Alejandra, Ricardo y yo. Ricardo y yo seguíamos a comisión, pero no importaba, la amistad entre los tres se fue haciendo fuerte. Oscar después metió a Mariano, Rafael, Aaron, Jaime y Joel. Yo conocía a todos ellos, pero ya no fue lo mismo. Algo paso que las cosas no mejoraron, al contrario, cada vez iban de mal en peor. Yo me salí porque no me gustaron algunas cosas. Meses después regresé, pero no era igual. Si bien es cierto había muchos más proyectos que cuando me fui, el ambiente no me gustaba, sólo me llevaba bien con Ricardo, Jaime y Alejandra quien posteriormente se salió. Oscar le dejó de dar trabajo y la orilló a renunciar. Jaime nunca estuvo realmente trabajando allí, solo hacia chambitas y ya. Ricardo ahora era el brazo derecho de Oscar (él si aprendió computación) y estaba fincando en esa empresa su futuro porque ya había planes con su novia.

Pero las cosas no le salieron a Ricardo como pensaba. Un día, tristemente Oscar nos hizo una jugada que nos obligó a renunciar. No sé si porque desconfiaba ya de todos o sólo de nosotros dos, pero la cuestión fue que nos salimos. Todavía recuerdo como Ricardo guardó sus cosas y le ayude a sacarlas. Nos fuimos a casa de Jaime a contarle lo sucedido, y allí, en la plática vimos como le escurrían lagrimas a Ricardo, todo su futuro se cayó.

Las cosas no fueron mejores para Oscar, los que se quedaron se salieron al poco tiempo, no era el mismo y se conducía de manera no muy agradable. Desconozco cuanto tiempo duró la empresa, pero lo que si supe fue entraron nuevas personas y posteriormente la cerró.

¿Qué pasó con todos? A Víctor (vivimos a unas cuadras) y Alejandra los veo con cierta frecuencia, es con los que mas contacto tengo. Ricardo se casó y se fue a vivir a los Estados Unidos y después de muchos años, hace no mucho tuve comunicación con él; Jaime se que se casó también y esta viviendo en Puebla; Andrés lo vi el año pasado; a Aaron me lo encontré hace como 5 años, se había casado ya y estaba buscando reanudar el contacto con algunos; Rafael también se casó y lo vi no hace mucho; a Mariano me lo encontré hace unos meses después de mucho tiempo de no verlo. Me sigue diciendo igual: Oscar Hugo; Benjamin supe hace poco que se fue a Nueva York. Pasaron muchos años para que supiera de Oscar, veo a su mamá con frecuencia y me ha comentado que ya se dedica a otra cosa, creo que ya hasta vive con su novia.

Decir CD Systems es evocar a las clases de baile de Alejandra, a las juntas de los lunes que eran épicas, a no tener ni para comer y pedirle a Alejandra de su comida, a juntar dinero para comprar tortillas, queso y una coca de litro y medio, platicar los lunes de cómo nos había ido el fin de semana o de la fiesta a la cual habíamos ido todos un día anterior, a contar nuestras hazañas jugando basquetbol en la alberca olímpica, tener siete teléfonos y una sola línea, a jugar en una 286, a quedarnos hasta las doce de la noche jugando ajedrez, a mis inicios en la computación, a cuando vivía en Coyoacán…a una bonita etapa de mi vida allá por 1995-1996, a un proyecto que se truncó, a las risas, enojos, llantos que tuvimos y…a tantas y tantas cosas que vivimos.

Y la más importante: la de conseguir amigos que aun conservo y agradezco haberlos conocido…

Comentarios

  1. Eso es lo valioso de cualquier proyecto: lo que obtienes más allá de los objetivos.

    Espero que concretes tus objetivos y te sigas enriqueciendo de lo que te ofrecen los demás y, a tu vez, ofrezcas lo que tienes a otros.

    Gracias por dejarme saber un poco más de ti. Un fuerte abrazo.

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¿Por qué existe El Gueto...?

Quienes cuentan la Historia siempre la han polarizado en buenos y malos, olvidando explicar por qué y cómo sucedieron los hechos, sacándolos de contexto y dando ninguna importancia a las razones que llevaron (u obligaron) a los personajes a actuar de cierta manera. El deseo de "El Gueto..." es presentar lo que se ha dejado de lado: los por qué, los cómo y las razones de la manera más objetiva posible para que TÚ saques tus propias conclusiones, y lo más importante: que TODOS entendamos cómo nos afectan.

Frases historicas

"Estas llaves, que lo son de las puertas que únicamente deben estar cerradas para la irreligión, la desunión y el despotismo, como abiertas a todo lo que pueda hacer la felicidad común, las devuelvo a vuestra excelencia, fiado de su celo que procurará el bien del pueblo a quien represnta".
Palabras que pronunció Agustín de Iturbide al entregarle las llaves de la capital que le habían sido dadas por el alcalde de la Ciudad, don José Ignacio Ormaechea, a su entrada a la capital de la Nueva España comandando a 16,000 hombres el jueves 27 de septiembre de 1821.