Este libro, escrito por el físico Eduardo García Luna y editado por editorial Planeta, es una narración con lujo de detalles, tanto personales como técnicos, de la misión Apolo 11, aquella que llegó a la Luna por primera vez.
El primer capítulo comienza con una frase del libro “El espejo del mar”, de Joseph Conrad, que dice: “El que deliberadamente emprende la búsqueda de la aventura no sale sino a recoger cáscaras vacías, en efecto, que sea un elegido de los dioses y grande entre los hombres”. En ese capítulo nos cuenta con bastante lujo de detalles los días antes del lanzamiento, así como el lanzamiento mismo. Cada capítulo comienza con una frase distinta, que nos va dando una idea de lo que tratará.
La narración del viaje se va intercalando con relatos de la vida de los tres astronautas, Neil Armstong, Buzz Aldrin y Michael Collins. El primero de ellos fue el de Collins, que nos cuenta cómo se graduó en West Point, su experiencia en volar cazas y cómo llegó a la NASA. Sobre Armstrong nos cuenta que meses antes de la misión perdió a una hija pequeña y cómo eso aparentemente no lo afectó en lo laboral pero sí en la emocional (tal vez ese lamentable suceso lo hizo más hermético de lo que ya era) y de sus misiones en la guerra de Corea. Además, nos cuenta sobre la pregunta que le hizo el periodista Frank Reynolds a Armstrong, de su respuesta, y la contestación de Reynolds: “Creo que me equivoqué al hacerle la pregunta en la manera que lo hice. Es un filósofo, a la vez que un piloto”.
Sobre Buzz Aldrin narra de las exigencias de su padre, amigo de Charles Lindbergh y James Doolittle, que quería que su hijo fuera el primero en todo, metiéndole mucha presión. Su arrogancia que le generó muchas antipatías en la NASA aunque tuviera razón en sus observaciones. También nos cuenta el alcoholismo que sufrió después de volver a la Tierra, de su divorcio y como pudo superar su enfermedad.
El libro nos habla del OVNI que vieron (OVNI en la definición de la palabra) y que en realidad nunca supieron que fue, de las transmisiones de televisión, de cuando Collins se quedó sólo orbitando alrededor de la Luna, de los sentimientos de la tripulación en la misión, entre muchos otros detalles muy interesantes.
Aunque un poco pesado al principio por tantos detalles técnicos, el libro toma ritmo y seguramente hará las delicias de los ingenieros, sobre todo a los que les gusta la aeronáutica. Pero lo singular del libro es que nos muestra una parte de la misión de la que casi nadie habla: de lo complicada que fue, los riesgos que conllevó y los sentimientos y experiencias de los tripulantes del histórico Apolo 11.
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